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Como verán, parece una araña de seis o doce patas (según cómo se mire) apoyada sobre un hexágono. Este hexágono es el anillo, que se suma a seis pares de barras, dejando en el centro el hueco necesario para alojar al espejo secundario y su sistema de accionamientos.
Es la última pieza de la estructura del Gran Telescopio CANARIAS (GTC): la araña del secundario.
Está unida a la parte superior del tubo por el anillo y soportará el peso del conjunto del secundario, formado por el espejo y sus accionamientos. En total, todo el grupo del secundario pesará unas 12 toneladas: la araña pesa unos 10.000 kg y sujetará una masa de 2.500 a 20 m de altura. La máxima deformación provocada por el peso será de tan sólo 300 micras.
Por otro lado, para reducir la sombra que la araña producirá sobre el espejo primario, se ha estrechado la anchura de las barras, haciendo que coincidan con las brechas que quedan entre los segmentos del espejo primario.
Ésta ha sido la última parte de la estructura mecánica del telescopio: primero, se instaló el anillo de azimut, luego la montura y, por último, el tubo, coronado con la araña. Trescientas toneladas de acero al carbono que ahora pasarán por una fase de ajustes y alineado.
Natalia R. Zelman