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El Gran Telescopio CANARIAS (GTC): 300 toneladas de acero repartidas en piezas que se compaginan a la perfección. Pero antes de ponerse en movimiento hay que buscar, como en toda fuerza, el equilibrio...
Para lograrlo, el GTC cuenta con un sistema de contrapesado en varias de las partes que componen su estructura mecánica. Una vez construido, aún en la fábrica, se realizaron una serie de pruebas para empezar con un contrapeso de partida. Tras desmontarlo y volverlo a montar en el Observatorio del Roque de los Muchachos, hay que realizar nuevas pruebas.
Así, teniendo en cuenta su peso actual, y con la previsión de los pesos que se irán añadiendo, contará con la posibilidad de añadir contrapesos en la parte inferior de la celda del espejo primario, en el anillo de elevación y en la araña del espejo secundario.
Para tener en cuenta los pesos previstos en el futuro, el GTC dispone de tres modelos que sustituyen temporalmente a los definitivos: uno para el instrumento que irá en el foco Cassegrain, otro para el espejo secundario y uno para cada segmento del espejo primario (36 en total).
Además, aunque no está previsto que se utilicen todos, el GTC contará con casi 11 toneladas de contrapesos repartidos en piezas de 50, 25, 10 y 5 kg.
Las primeras pruebas utilizarán un total de 2 toneladas de contrapesos, y se harán pruebas y medidas con el telescopio colocado en 5 posiciones: 0º, 20º, 45º, 70º y 90º.
Éste será el contrapesado estático pero, una vez en funcionamiento, habrá un sistema de contrapesado dinámico o “fino”. Por ejemplo, cuando el espejo terciario se mueva dentro de su torre, el sistema activará un contrapeso para compensar los cambios en el centro de gravedad provocados por el desplazamiento de masa.
Todo para buscar el perfecto equilibrio.
Natalia R. Zelman